El camino hacia un futuro regenerativo

El aumento de la concienciación en materia de sostenibilidad, biodiversidad y economía circular está transformando nuestro entorno. Cada vez más a menudo, los diseñadores, promotores inmobiliarios, arquitectos y otros actores clave deben asumir el reto de crear espacios que contribuyan tanto al bienestar humano como a la salud ecológica. La cuestión fundamental es: ¿de qué manera puede una mentalidad regenerativa impulsar la innovación y propiciar un cambio positivo? En las mesas redondas organizadas por el equipo de V-ZUG en Australia, destacados representantes del sector debaten sobre temas de actualidad relacionados con el entorno construido, la regeneración urbana, la sostenibilidad y la tecnología.

Ideas clave

  • La regeneración urbana se encuentra en una encrucijada. A pesar de que la sostenibilidad se ha convertido en un estándar básico, el futuro está en el diseño regenerativo, cuyo objetivo es mejorar el entorno urbano de forma continua.

  • Para materializar este cambio, es necesaria la unión de muchas voces en todo el espectro del entorno construido, aunque tal vez lo más importante sea que los usuarios finales también participen.

  • El aspecto educativo siempre estará presente, pero a medida que se vayan traspasando las barreras y se vaya creando valor a largo plazo, el sector podrá crear casos de estudio sobre los beneficios holísticos derivados de un enfoque regenerativo.

  • Es hora de ver la belleza en las imperfecciones y de reformular el significado del lujo.

De la sostenibilidad al diseño regenerativo

Uno de los cambios más decisivos en la regeneración urbana es ir más allá de la noción de sostenibilidad y adoptar un enfoque holístico: el diseño regenerativo. La sostenibilidad se centra en mantener el «statu quo», es decir, preservar los recursos y minimizar los daños; el diseño regenerativo, por su parte, trata de renovar, restaurar y realizar mejoras continuas. En el transcurso del debate se constató que en el mercado suelen confundirse ambos términos, lo cual puede reducir el concepto de «sostenibilidad» y su inclusión en el lenguaje cotidiano a un ejercicio consistente en tachar casillas en lugar de permitir entenderlos como un planteamiento transformador.

Esto suscitó una pregunta muy pertinente: ¿nos encontramos ante un punto de inflexión para la sostenibilidad ahora que se contempla como base de referencia? Si se reflexiona acerca de cómo lograr un cambio positivo, el siguiente paso lógico es la regeneración. A partir de este principio rector, el entorno construido debe diseñarse no solo para limitar los daños, sino para mejorar activamente el ecosistema y la calidad de vida de sus habitantes. Para ello, es necesario un cambio de paradigma basado en procesos circulares en los que los edificios y los espacios urbanos contribuyan al ciclo de renovación.

El valor a largo plazo frente a los costes a corto plazo

Todo cambio conlleva dificultades. Un tema recurrente durante el debate fue cómo vencer la resistencia que supone equilibrar el valor a largo plazo con los costes a corto plazo. Aunque algunos promotores inmobiliarios están apostando por enfoques sostenibles, muchos dudan a la hora de adoptar un diseño regenerativo debido a los elevados costes iniciales asociados a las medidas de sostenibilidad. Sin embargo, varios asistentes argumentaron que las inversiones iniciales pueden generar beneficios a largo plazo, como el incremento del valor de las propiedades, la reducción de los costes operativos y la ampliación de la permanencia de los inquilinos.

Parte del planteamiento consiste en educar a los clientes y a las partes interesadas en el valor financiero y social. La cruda realidad es que muchos promotores inmobiliarios son reacios a adoptar medidas de sostenibilidad a menos que exista un claro retorno de la inversión. Aun así, los proyectos que han integrado la sostenibilidad en su rendimiento y valores fundamentales siguen evidenciando que estas medidas pueden traducirse en un aumento de las ventas y en una mayor satisfacción de los inquilinos. Cuando los promotores inmobiliarios, propietarios de viviendas y hoteleros empiecen a apreciar los beneficios a largo plazo de estas inversiones, el mercado podrá cambiar y seguir avanzando.

Educar el mercado: la necesidad de un cambio cultural

Uno de los principales retos que se destacó durante el debate es la necesidad de educar a todos los niveles, desde los promotores inmobiliarios y los clientes hasta el público en general. Para muchas partes interesadas, la sostenibilidad sigue representando un coste más que una inversión, y a menudo existe confusión en torno a términos como «diseño regenerativo», «reutilización adaptativa» y «economía circular». Al simplificar estos conceptos y conseguir que la gente se identifique con ellos, podemos promulgar y alentar una mayor adopción de los mismos.

Además, educar a los compradores sobre los beneficios de los edificios sostenibles y regenerativos es clave para generar demanda en torno a este tipo de espacios. Conforme más personas vayan constatando las ventajas tangibles de las viviendas sostenibles y energéticamente eficientes —como la reducción de los costes de los servicios públicos y la mejora de la calidad del aire interior—, más se empezarán a reclamar estas características como estándar.

La cuestión de si corresponde al gobierno implantar un diseño mejorado fue polémica y variada, y la conclusión final fue: «¿Por qué esperar a que el gobierno se sume si las herramientas ya están disponibles?».

La sostenibilidad se centra en mantener el «statu quo», es decir, preservar los recursos y minimizar los daños; el diseño regenerativo, por su parte, trata de renovar, restaurar y realizar mejoras continuas.

La importancia de aunar numerosas voces lo antes posible

La búsqueda de soluciones no depende de un único sector, pues es evidente que los mejores desarrollos son aquellos que cuentan con la participación de diversos pensadores y partes interesadas, que comparten sus conocimientos y colaboran para obtener unos resultados óptimos. Ahora más que nunca, la escasez de programas y plazos pone de manifiesto la necesidad imperante de un diseño holístico. Al promover una metodología integrada para el proyecto que permita la colaboración de diseñadores, arquitectos, consultores, ingenieros, gestores de proyectos y promotores lo antes posible, estaremos dando forma y fondo al entorno construido. Un componente clave que surgió en las mesas redondas es garantizar que las voces de los usuarios finales, así como de los grupos marginados, formen parte de este debate.

Pensamiento circular y reformulación del lujo

La necesidad y el deseo de aplicar los principios de la reutilización adaptativa y de la economía circular son más importantes que nunca. Muchos miembros del grupo coincidieron en que los edificios deben diseñarse de forma que su huella medioambiental sea mínima y puedan adaptarse o reutilizarse con facilidad. Aunque a nivel internacional sea la norma, en el ámbito local es preciso adoptar el concepto de ciclo de vida, que posee el potencial de convertirse en la práctica recomendada para modernizar, adaptar o reutilizar los edificios sin que ello suponga un impacto significativo para el medioambiente. En este contexto, se sugiere con rotundidad que es necesario reformular el concepto de «lujo». En todas las ciudades de Australia hay edificios que necesitan una reforma, pero ¿qué se puede hacer a fin de cuidarlos y revalorizarlos para el próximo capítulo de su vida? Muchos miembros del grupo coincidieron en que existe belleza en los materiales y objetos con historia, pero la percepción de lo que define el lujo debe actualizarse para adaptarla a esta mentalidad.

Asistentes

  • Sander Versluis, director de proyectos, UNStudio

  • Valerie Mack, directora, Originate

  • Rebecca Trenorden, directora, Versa Studio

  • Michael Welgus, director, Studio Welgus

  • Ingrid Langtry, responsable de espacios, Assemble

  • Rossco Karabelas, director y cofundador, Studio Whitenoise

  • Simone Carter, directora asociada, Group GSA

  • Loren Inglis, responsable regional de desarrollo empresarial, V-ZU

  • Nic Naes, director general, V-ZUG

  • Aleesha Callahan, periodista