Sandra Stöckli, con tu bicicleta de mano alcanzas los 90 kilómetros por hora. ¿Te quedan ojos para mirar alrededor en tus sesiones de entrenamiento?
Las bicicletas de mano no son más que bicicletas de carreras para los que usamos sillas de ruedas. Puedo recorrer las mismas rutas que los ciclistas de carreras. No estoy atada a un centro deportivo, como una pista de 400 metros. ¡Puedo salir a la naturaleza, puedo salir al mundo! Ya he recorrido Omán. Y el entrenamiento puede ser sumamente riguroso, como cruzar el paso de Albula o recorrer 100 kilómetros con un frío glacial en Tesino. Con todo, al final he visto muchas cosas preciosas: gencianas al borde de la carretera, marmotas caligatas…; lo cual da encanto a los recorridos en bicicleta.
No estás sujeta a un recinto deportivo, sino a un artículo deportivo: la bicicleta de mano…
Así es, y es un artículo de tecnología avanzada. O más bien dos: tengo dos bicicletas de mano, ambas de gama superior. Son idénticas. Si me vendaran los ojos y me montaran en una de ellas, no sabría decir si voy en la azul o en la roja. Eso es porque tengo que adaptar el material en función de la pista: si estoy en una carrera de la Copa del Mundo en Bélgica, cuya pista es plana pero ventosa, necesito un material diferente al que me exige una contrarreloj de montaña en Alemania. Como en Bélgica competimos junto al mar, no puedo usar ruedas con llantas altas, ya que el viento de costado me sacaría de la carretera. Una carrera de los Juegos Paralímpicos del 2021 tuvo lugar en el Fuji Speedway de Tokio. Cuando llueve, la superficie de la pista resbala mucho. Por consiguiente, me fabricaron dos bicicletas: una para los días lluviosos y otra para los soleados. Mientras tanto, no obstante, hemos estado esforzándonos para mejorar aún más las bicicletas. Dependo mucho de mi equipo, de mis expertos. No soy ni especialista en aerodinámica ni mecánica de bicicletas: tan solo una deportista. Se me ocurren ideas que me gustaría llevar a la práctica y los expertos las prueban. Ahí es donde convergen los mundos. ¿De qué me sirve estar en una postura ideal a nivel aerodinámico si me causa dolor de espalda?
¿Cómo entra en escena un patrocinador como V-ZUG?
El apoyo económico es importante. Para los Juegos Paralímpicos de París 2024 y los Campeonatos Mundiales de Zúrich 2024, tenemos muchas ideas sobre cómo podríamos optimizar los materiales. Si se materializan con éxito, me ahorrarán varios vatios de mi energía, haciéndome así más rápida. Pero todo ello conlleva un coste, y es ahí donde necesito el respaldo de patrocinadores. Y, en general, el desembolso económico es ingente. Practicar el deporte del modo en que lo hago actualmente solo es posible gracias al incesante apoyo de patrocinadores como V-ZUG. Si como ciclista paralímpico necesitas un trabajo a jornada parcial para sustentarte, competir en los Juegos se torna en pura fantasía. Sería imposible dar la talla.