Silvio Germann, en solo dos años has transformado el Mammertsberg en un destino gourmet. ¿Cómo lo has conseguido?
S.G.: Pienso que el éxito del Mammertsberg se debe a la composición de nuestro equipo. Giuseppe al frente de la casa, Caro en la recepción y yo en la cocina. Noto que nuestro equipo central entiende lo que queremos y sabe hacia dónde queremos ir. Este tipo de éxito siempre es el resultado del esfuerzo del equipo. Todos queremos ofrecer a nuestros clientes lo mejor de lo mejor. Pero no solo se trata de lo que acaba en sus platos o en sus copas, se trata de la experiencia en su totalidad.
¿Qué hace que el Mammertsberg sea único?
S.G.: El Mammertsberg es un sitio al que la gente no solo viene a comer, sino también a pasar un buen rato. Un sitio donde dejar atrás el estrés del día a día, donde poder disfrutar de la compañía.
¿Cómo definirías tu cocina?
S.G.: Cocino con ingredientes sencillos. Reconoces el sabor de lo que estás comiendo, y no es magia. También intentamos incorporar la mayor cantidad posible de ingredientes locales. Nuestros menús están diseñados para no abrumar a los clientes. Intentamos que nuestros aperitivos sean ligeros. Y disfruto jugando con la acidez, así que intento incorporarla en cada plato. Pero, al final del día, lo que queremos es, simplemente, servir platos y productos con la mayor calidad posible.