Patricia Urquiola, ¿qué tiene de especial para usted la Semana del Diseño de Milán?
Milán es mi ciudad favorita: vivo allí, es el lugar donde comencé mi trayectoria profesional, conocí a personas clave y desarrollé proyectos importantes. A lo largo de los años, he sido testigo de cómo la ciudad se ha ido transformando en la capital del diseño, hasta atraer a más de medio millón de visitantes durante la Semana del Diseño de Milán. Gracias al Salone del Mobile y a la dedicación de las empresas de diseño italianas, lo que comenzó como una feria de muebles se ha convertido en una plataforma global para diseñadores y arquitectos, un laboratorio creativo donde hay cabida para todas las disciplinas. Toda esa energía no se desvanece al cabo de una semana: se mantiene viva y activa durante todo el año gracias a una red de salas de exposición, estudios, empresas, eventos y editoriales de diseño.
¿Cómo comenzó su colaboración con Elle Decor Italia y por qué este año es especialmente importante?
Mi relación con Elle Decor Italia nace de la curiosidad mutua y de la pasión compartida por el diseño narrativo. Este año soy la comisaria de su exposición anual. Mi proyecto, Alchemica, no se limita a representar un hogar ideal, sino que está concebido como un recorrido por una experiencia inmersiva. Celebra la transformación y muestra cómo la visión editorial y la práctica del diseño pueden confluir para crear algo poético e inesperado.
¿Qué concepto subyace a Alchemica?
Alchemica es una interpretación poética del hogar concebida a través del prisma de la alquimia: no como ciencia exacta, sino como territorio fértil para la experimentación, donde la razón dialoga con el misterio y lo natural se funde con lo artificial en una danza de transformación continua. Considera el hogar como un espacio en constante evolución y transformación, un laboratorio de ideas y experimentación. Veo el hogar como un organismo vivo y transformador, que cambia a lo largo del día, las estaciones y las etapas de la vida. No es un perímetro establecido, sino un sistema mutable que refleja nuestra complejidad y evolución constante. La estructura de Alchemica revela un ouroboros, la serpiente que se muerde la cola, símbolo de un ciclo permanente de transformación. El poder de la alquimia debe interpretarse como la capacidad que poseemos de hacer cambios en ese flujo continuo, de encontrar nuestra propia piedra filosofal y empezar de nuevo.
¿Cómo reflejan los temas de la transformación y la experimentación su filosofía de diseño?
Me gusta explorar diferentes disciplinas, escalas y materiales. Es ahí donde ocurren las cosas más interesantes, donde las ideas pueden evolucionar. Me interesan los objetos y los espacios que están en constante cambio, aquellos que no son estáticos. La transformación permite mantener vivo el diseño, conectarlo con el usuario y el tiempo.