Sensualidad, magia, excelencia

Chef decorates a dish with fresh herbs on a white plate

Jan Hartwig tiene tres estrellas Michelin, lo que le convierte en uno de los mejores chefs del mundo. La cocina es lo que más le apasiona, y cuando más feliz se siente es cuando cocina por intuición.

Cook in white chef's jacket and black apron in modern kitchen

En mayo de 2014, Jan Hartwig se convirtió en jefe de cocina del restaurante ATELIER del hotel Bayerischer Hof de Múnich. El restaurante recibió dos estrellas Michelin en 2015 y tres estrellas Michelin desde 2017 hasta su marcha. En 2022 abrió su propio restaurante, Jan, en Múnich.

En 2017, solo tres años después de convertirse en jefe de cocina del restaurante Atelier del hotel Bayerischer Hof de Múnich, Jan Hartwig logró alcanzar la máxima calificación de la Guía Michelin, tres estrellas. De esta forma, se asentó en la élite culinaria mundial. Sin embargo, este chef estrella alemán, cuyo padre también fue cocinero, no ha perdido la modestia. Hartwig cree que un schnitzel bien cocinado puede ser igual de bueno que un plato de alta cocina meticulosamente preparado y presentado.

Es un firme creyente de que «la comida más sencilla puede ser la más sabrosa». Jan Hartwig nos explica que hay tres requisitos previos para la excelencia: «En primer lugar, se necesita el producto perfecto, ya sea una zanahoria o un rodaballo capturado con caña. La segunda es la competencia culinaria, y la tercera es amar lo que haces, tener verdaderas ganas de esforzarte en cocinar algo para alguien para hacerle feliz». 

En 2022 Hartwig abrió su propio restaurante, Jan, siguiendo su visión personal. El restaurante se caracteriza por su inquebrantable pasión por la excelencia en cada detalle. «No hago concesiones en materia de calidad», afirma Hartwig. «Si no obtengo el producto con la calidad que esperaba, entonces reescribo el menú. Nunca diría: "Lo usamos de todos modos"», prosigue. En su opinión, eso es lo que hace falta para crear una comida excepcional. Hartwig también cree que es muy importante que su restaurante atraiga a gente joven a la que le guste la buena comida. «Los clientes más jóvenes quieren sentirse acogidos, pero sin ostentación. Quieren un sitio donde se sientan cómodos, donde puedan pasarlo bien».

Cook preparing food in a modern kitchen with chopping board and cooking utensils.

No hago concesiones en lo que respecta a la calidad. Si no consigo un producto de la calidad que esperaba, entonces reescribo el menú», afirma.

Gran parte de su comprensión de lo que buscan los comensales se debe a su compromiso personal. Cuando los clientes están en el restaurante, Jan Hartwig está en la cocina, y «no se sirve nada hasta que yo lo haya probado». El chef tiene una forma convincente de explicar lo que opina al respecto. «Si voy a ver a mi banda favorita, espero que la formación original esté en el escenario», afirma. 

En opinión de Hartwig, para cocinar comida excelente primero hay que minimizar las posibilidades de error. Por supuesto, seleccionar los ingredientes adecuados es un factor importante, pero encontrar y formar a buenos empleados lo es más, al igual que confiar en el instinto a la hora de cocinar. «Por ejemplo, nunca he escrito las recetas de mis salsas, sólo los ingredientes. Luego, cuando las preparo, me dejo llevar por lo que me apetece, permitiendo que se produzca esa pequeña magia que hace de la cocina una de las experiencias más sensuales que jamás haya existido.