Secretos del pizzero: consejos, herramientas y técnicas | V-ZUG España
Manos amasando masa fresca sobre una superficie de trabajo en la cocina.

Secretos del pizzero: consejos, herramientas y técnicas

Herramientas esenciales

Una buena pizza comienza con las herramientas adecuadas: una báscula precisa para trabajar con pequeñas cantidades de levadura, una espátula metálica para la masa, recipientes herméticos para fermentar que quepan en el frigorífico y, a ser posible, una amasadora. Para hornear y servir, el Set para pizza con plancha de acero para pizza y pala para pizza de madera son el dúo ideal.

Ingredientes de calidad

Los ingredientes marcan la diferencia. Una harina rica en proteínas aporta estructura. El agua fría mantiene a raya la actividad de la levadura. La levadura fresca suele ser más predecible que la seca. Elige tomates maduros o enteros pelados y mozzarella firme que se funde bien sin deshacerse.

Paciencia, siempre

Una buena masa requiere tiempo. Amásela bien y déjela reposar para que el gluten se desarrolle y consiga una textura elástica y fácil de moldear. Si se resiste, déjela reposar otros diez minutos. Cuanta menos levadura utilice, más tiempo necesita para fermentar, lo que añade sabor y hace que el resultado final sea más fácil de digerir.

Estirar, doblar, repetir

La masa húmeda puede resultar pegajosa y difícil de manejar, pero estirarla y doblarla le da estructura y resistencia. No añada más harina. En vez de eso, engrase ligeramente sus manos con aceite y estire y doble la masa. Con cada vuelta, se vuelve más fuerte, más elástica y menos pegajosa.

Recetas de masas

Trabajar desde el centro hacia fuera

Empuje suavemente el aire desde el centro hacia el borde de la masa y deténgase justo antes de llegar a la corteza. Utilice las yemas de los dedos o el dorso de las manos para estirar la masa uniformemente. Esta técnica preserva la estructura de la masa y ayuda a crear un bonito borde aireado.

El tiempo es clave

Tenga todos los ingredientes preparados y listos antes de empezar a dar forma a la masa. Una vez estirada, trabaje con rapidez: dejarla reposar en exceso puede provocar que se pegue. Enharine ligeramente la pala y la encimera y, con un movimiento suave y confiado, coloque la pizza primero en la pala y luego en el horno.

Salsas frescas, nuevos sabores

La salsa de tomate se suele utilizar cruda: basta con batir y mezclar los ingredientes. Pero, ¿por qué detenerse ahí? ¿Qué le parecen las nuevas opciones de salsas, como el cremoso puré de calabaza, el pesto fresco, la suave ricotta o incluso la mantequilla de frutos secos para darle un toque único? La pizza es infinitamente versátil. No siempre tiene que ser tomate.

Sube la temperatura

La pizza napolitana requiere un calor intenso. Con la función Pizza profesional a 350 °C, estará lista en cuatro minutos: aireada, crujiente y fundida. Para las pizzas más gruesas, como la "a taglio", las temperaturas ligeramente más bajas de la función PizzaPlus (entre 280 y 300 °C) permiten que la masa se hornee uniformemente antes de dorarse.

Tres formas de pizza